Como sabemos, los jeans, fueron originalmente utilizados exclusivamente como prendas de trabajo. En sus inicios fueron el uniforme predilecto de mineros, agricultores, operarios y prácticamente de cualquier persona que realizaba trabajos pesados y necesitaba de una prenda fuerte y duradera. Por ello, prácticamente todos los detalles y características del diseño de los jeans tienen un origen funcional y los remaches no escapan de ello.
Todo empezó alrededor de los años 1860s, cuando un jovén llamado Jacob Davis, que se dedicaba a la confección de pantalones de trabajo, notó como sus clientes sufrían con las constantes roturas de las consturas de los pantalones. Entonces fue cuando se le ocurrió la simple y genial idea de reforzar los bolsillos y zonas de mayor desgaste de las prendas con remaches de cobre. La idea fue un éxito inmediato. Fue así que decide asociarse con Levi Strauss para registrar la patente y hacer crecer el negocio. La patente duró unos años. Luego de esto, el resto de competidores no tardó en implementar los remaches de cobre en sus prendas y es así como los remaches se vuelven una característica indispensable de este tipo de pantalones.